miércoles, 14 de julio de 2010

Los barones del mar

Una cita entre los grandes veleros de Mediterraneo dominó la costa de Palma de Mallorca la pasada semana. El mítico Halcón Maltés fue el principal protagonista en una regata que ganó por primera vez, el Scorpione.

Michael Mcloughlin Sáez. Barcosderecreo.es

Fueron 600 participantes. Un cónclave que se celebró el Bahía de Palma de Mallorca, a bordo de 20 veleros. Si aparcasen en batería todos seguidos, esa hilera rozaría la friolera de un kilómetro de longitud. Casi nada. Esas son las cifras de la Copa de Super Yates, que la pasada semana celebró su cita en Baleares. Una concentración de la que el Scorpione francés salió vencedor y fue escoltado en el podio por el Gliss y el P2.

Sin embargo, cuando se juntan estos 'gallitos' del mar, está en juego algo más que el honor y el premio de cruzar el recorrido más rápido la meta que flota imaginariamente sobre las aguas. La expectación que levanta entre el público es un punto fundamental. Y en ese apartado, fue el majestuoso Halcón Maltés el que se llevó todas las alabanzas mientras 'pernoctaba' el Muelle Viejo.

Las imágenes que quedaron grabadas en las retinas de los que se acercaron por los pantanales mallorquines fueron de extrema belleza. La robustez, la elegancia y la titánica dimensión de esta flota es una oportunidad única. Durante tres días Mallorca disfrutó de la presencia de estos gigantes de las aguas, que participan en la 15ªedición de la SuperYacht Cup


El rey del baile fue el Halcón Maltes. Esta embarcación fue 'botada' hace 4 años por los astilleros Perini Navi de Italia. Su silueta es inconfundible, no ya por sus 289 pies y 88 metros de eslora, sino por su aparejo constituido por tres mástiles rosarios y sus velas cuadradas de 2,4 kilómetros2. Su interior no menosprecia en absoluto al exterior. Suelos de madera y cuero, paredes de cristal y obras de arte decoran las estancias de esta nave.

El es el máximo exponente de una flota que los tasadores le han otorgado un valor cercano a los 200 millones de euros. El Ganhesa, un crucero de 39 metros de eslora, es otra de las grandes joyas. Construido en un entorno único como Nueva Zelanda, fue ideado para el ocio, sin embargo últimamente está haciendo acto de presencia en varias competiciones. Su nombre recuerda al dios hindú, que tenía la cabeza de elefante y representaba el maestrazgo de la inteligencia. Sirve incluso para cruzar el Atlántico, cuenta con un depósito de 16.000 litros de combustible. Eso sí, su alquiler roza cifras estratosféricas: 80.000 euros por semana.

Otro de los grandes protagonistas (a pesar de ser unos metros más pequeño que sus homólogos) fue el campeón:el Scorpione. Característico por sus velas coloreadas con un verde chillón, este velero mide 29,5 metros de eslora. Por primera vez, tras muchos años de competición, se hizo con el primer puesto en una de las concentraciones.

El velero Gliss, el P2 y otros tantos, también hicieron de testigos en esta increíble concentración que desperó el interés de muchos aficionados al náutica y de otros tantos, menos habituales en estas citas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario